Acción Total, Venganza Mortal
La historia es conocida en este tipo de películas: el malo, muy malo, está requeteenojado con nuestro protagonista. Además, seguramente acaba de escaparse de prisión, o simplemente lo dejaron libre por algún error burocrático a pesar de que nuestro héroe en un capítulo anterior lo envió a la sombra de por vida. O puede ser que el villano haya reaparecido desfigurado a causa de una explosión por la cual se creía muerto. En fin, como sea, el maligno está ardiendo de odio y desafía al bueno de la película a atraparlo / salvar a la chica / salvar al mundo resolviendo una serie de diabólicas y complejas pruebas.

El protagonista es alto, muy musculoso pero ágil, y despacha uno tras otro a cualquier descerebrado subordinado enemigo que se le cruce, tanto con un uso preciso de las armas como así también mediante felinos movimientos marciales (nota: nuestro héroe mata a todos los secuaces pero nunca directamente al malo, siempre al final éste es víctima de sus propios actos). Es sorprendente ver que además su cerebro trabaja veloz como una máquina aceitada y es capaz de usar su inteligencia para resolver contra reloj los acertijos más oscuros sin equivocarse.

Las pruebas son de lo más variadas y exigen al máximo las habilidades de nuestro policía / agente especial / ex-soldado. Lo llevan a utilizar su mente superior para descubrir una dirección a través de pistas vagas y emprender una vertiginosa carrera para atender a tiempo una llamada telefónica, a lidiar con la desactivación de una bomba colocada entre miles de inocentes, a batallar agónicamente para salvar a su pequeño hijo de ahogarse en un cuarto que se inunda lentamente, o a morir de a poco buscando la combinación secreta que le dé el antídoto para el veneno que lo corroe. La maldad presentada en múltiples formas.

Pero en nuestra versión de la historia algo falló. Puede ser que al final de cuentas nuestro héroe no fuera perfecto (altamente improbable) o que justo esa mañana en particular se levantó con un mal día. No podemos obviar tal vez algún inconveniente físico, stress desbordado, una distracción, un fallo en los reflejos o simple mala suerte, ya que después de todo se encontraba expuesto constantemente a situaciones límite. De entrada, en la primera prueba algo no salió bien: viajó al norte en lugar de al sur, tal vez dobló a la derecha cuando debió haber sido a la izquierda, o cortó el cable rojo cuando correspondía el verde. Su luz se apagó sin lograr abarcar las 2 horas de la trama, el protagonista apenas completó las primeras escenas.

El villano de la película quedó devastado... Es verdad, estaba satisfecho por haber acabado con el chico bueno, pero no era así la forma, no fallando el primer obstáculo. Sintió que todo su esfuerzo de años y más años elaborando sus ingeniosos planes fueron totalmente en vano. Sintió un vacío enorme ahora que había terminado de repente. Ya no había más nada que hacer, no tenía sentido matar a la chica o destruir al mundo, ¿para qué?, lo que lo alentaba era humillar y someter al héroe a sus caprichos. Siempre fue solo un partenaire necesario para la historia y se encontró de golpe con la responsabilidad del papel principal. Eso no le gustaba en absoluto.

Dicen que el malo, ya no tan malo, necesitó largo tiempo de terapia para conseguir recomponerse luego del incidente, pero que de todas formas nunca volvió a ser el de antes. También dicen que finalmente se reinventó a sí mismo y hoy oficia como pastor de una nueva iglesia, que fue abierta en un local reacondicionado donde solía haber un cine. Atrás quedaron los días de huir, de esconderse, de ajustar el reloj precisamente para que la arena caiga en el minuto exacto. Tal vez lo encontremos ahora anhelando en silencio la aparición de un nuevo héroe que llegue a tiempo a rescatarlo, dar vuelta el reloj y empezar de nuevo.

Pero esa es otra película.
Comentar en los Foros

Comentarios