
Como el paso del tiempo, según se mire, es relativo, a veces no es claro si estamos perdiéndolo o ganándolo, o si es realmente más importante lo que nos ocupa en el presente que lo que nos espera en el futuro. La explicación primera a este comportamiento en algunos casos podría ser que simplemente él disfruta las cosas a su manera: como al saborear de forma prolongada y compleja los platos que más le gustan, o al quedarse interminables minutos cantando bajo la ducha.
La segunda explicación tiene que ver con el orden establecido. Puede verse como una especie de rebeldía, un desafío a la autoridad, desconociendo las instrucciones impartidas por los padres y ajustando la ejecución a su libre albedrío.

La tercera explicación a este interrogante, es que nadie tiene una respuesta. Recientemente, como muchas otras veces, tuve una charla (o más bien un monólogo) con mi hijo, reforzando la idea de que todos estamos interesados en comprenderlo, que si podemos descubrir juntos lo que le pasa vamos a poder encontrarle una solución. El problema sería que ni siquiera él sabe lo que le está sucediendo, que pone todo su esfuerzo y dedicación para no distraerse y poder cumplir con las metas, pero que sin embargo no logra lidiar consigo mismo. Es el escenario más angustiante, ya que si la realidad fuera ésta, él viviría en lucha constante con sus propias barreras, lleno de frustración y enojo.
No tenemos todavía la respuesta a este y otros enigmas, y muchas soluciones están por ahora lejos de nuestra mano. Mi hijo es feliz y es mi meta y mi deseo (cada vez que puedo pedir uno) que lo siga siendo siempre. No me respondió en nuestra última charla con lo que él pensaba sobre el problema de los tiempos. Por mi parte, continúo detrás suyo para apoyarlo y palmear su hombro cuando es requerido que se apure, y contemplándolo con una sonrisa cuando los minutos son suficientes y lo veo jugar alegre, con todo el tiempo del mundo en sus manos.
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3 comentarios:
m suena cotidiano ese tema...tengo tres mundos pequeños en casa...cada uno con sus propias reglas, sus propias estructuras...los q estan llenos d satisfacciòn todavia, no contamidados, sin peligros, sin limitaciones...
t confieso q m alivia pesares sumergirme momentos dentro d cada uno, es como amortiguar preocupaciones, es como ser protagonista por un rato del pais del nunca jamas...
pero como papà uno trata d formarlos d prepararlos, d entrenarlos....d educarlos y todas esas palabras correctas q susupuestamente t tranforman en una persona "adulta" y responsable..sin morir en la angustia del intento d lograrlo.Hoy q estoy d este lado, entiendo pork la resistencia d cuando niña o adolescente por entrar al mundo adulto...Es tan dificil para uno lograr esa tarea con un hijo como para ellos crecer.Disfrutarlos y acompañarlos con amor en esta transiciòn es lo importante!!!
todoooooo un tema.
Un bso
Jejejejeje... perdón... tu hijo no estará entrando en la etapa pre-adolescente...no? o si?
Creo ver varias similitudes con su primo... aunque en muchas de las "tareas" cotidianas es exactamente al revés!!! es decir, corre! por ejemplo cuando come.
Besos.
Y SI QUIZÁS NO HAYA NIGÚN PROBLEMA.....PARA ÉL Y SEA SOLO DE UDS LOS GRANDES, LOS ADULTOS Y MAYORES QUE "SABEMOS COMO SON LAS COSAS" Y QUE ES "NORMAL O ANORMAL"......Y SI OTRA EXPLICACIÓN ES QUE PARA ÉL NO HAY PROBLEMA, QUE ES OTRO SER HUMANO DISTINTO A MI COMO PAPÁ Y A MÍ COMO MAMÁ....Y LISTO???? Y LOS TIEMPOS SERÁN UN POCO DIFERENTE PARA ESE OTRO SER HUMANO AL QUE NO TENEMOS PORQUE ADAPTAR....EN TANTO Y EN CUANTO , OBVIO NO SE QUEDE EN LA DUCHA A DORMIR...
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